El tiempo biológico lo percibimos y valoramos como es,
debido al tránsito de la consciencia por el tiempo de la materia ordinaria(4%
de la masa total del universo), que es el tiempo que nuestros sentidos
conscientes captan y analizan. Esta dimensión del tiempo por la que transcurre
la materia ordinaria es lo que Einstein conceptualizó con la teoría de la
relatividad especial y luego completó con la relatividad general. Esta añadió
la gravedad al concepto de espacio tiempo de la relatividad especial. Al
integrar espacio tiempo y gravedad demostró que la gravedad es el efecto del
plegamiento del espacio tiempo debido a la masa. También demostró que la
velocidad de un objeto que se desplaza por el espacio tiempo modifica su masa y
en la medida que ese objeto se acerca a la velocidad de la luz también la
dimensión tiempo. La masa se acerca al infinito y su tiempo se modifica y casi
se para en relación al resto de objetos que se desplazan a la misma velocidad
que tenía cuando inició su aceleración. Nuestra consciencia tiene
posibilidades, si trabajamos con ella, de explorar otros territorios más allá
de la materia ordinaria (sentidos conscientes, corporalidad )y por tanto otros
tiempos diferentes al tiempo biológico. En esos otros territorios que la física
cuántica intenta explorar y entender, el espacio tiempo adquiere otras
cualidades y es donde quizás podríamos situar los fenómenos de no localidad que
los físicos intentan estudiar analizando propiedades de las partículas
entrelazadas( recomiendo al lector ampliar este concepto si no lo conoce).
Según la física cuántica actual, para partículas entrelazadas el concepto
lineal del tiempo y del espacio (distancias medibles )no existe. Sólo existe el
instante, la relación entre esas partículas es inmediata es un eterno continuo.
Esto nos puede permitir abrir una ventana para enlazar el concepto de no
localidad de la información con el concepto de vacío cuántico. Este vacío no
significa la nada, sino lo anterior al surgimiento de la materia y de sus
correspondientes partículas. La energía potencial que existe en ese vacío
cuántico debe ser inconmensurable es como un oxímoron cósmico, es algo muy abstracto.
En ese estado anterior a la materia el tiempo no existe, es la eternidad. Creo
que la consciencia global puede llegar allí porque es su lugar real de
residencia. Pero cuando la consciencia global se liga a la materia, se divide
en múltiples consciencias fragmentadas que se olvidan ,no sé porqué ,de su
domicilio habitual. Mientras que lo intenta encontrar surge el tiempo lineal,
la materia ordinaria, la conciencia de vigilia, el envejecimiento de esa
materia ordinaria, porque ya existe el tiempo lineal. Tenemos que redescubrir
nuestro antiguo domicilio y pienso que el camino para ello es procurar tener
conciencia de nuestra propia conciencia. Volver al tiempo cero, empezar a vivir
desde la conciencia global ¿el ser en su eterno presente, jugando en el tablero
del cosmos?
lunes, 1 de julio de 2013
MORADAS OPERATIVAS DE NUESTRAS CONSCIENCIAS
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