Muchas personas cuando conversan sobre temas relacionados con la salud,utilizan a menudo términos como:somatización,los disgustos bajan las defensas;a pesar de tener solo conocimientos superficiales de medicina psicosomática, psicologia e inmunologia.
Sin embargo,por su experiencia propia y por referencias similares de personas cercanas,, se dan cuenta de que existe una relación estrecha entre cerebro,salud, emociones y cuerpo físico.Gracias a importantes avances en los últimos años en genética molecular,neurociencias,y psicología aplicada a la actividad humana(neuroeconomía, neuromarketing,medicina rehabilitadora);empezamos a vislumbrar la urdimbre bioquímica que sustenta y empieza a explicar esas relaciones entre cerebro,gestión emocional y conducta en enfermedades muy diversas.
Los datos fascinantes que está ofreciendo la epigenética,empiezan a permitirnos comprender como un gen o grupos de genes pueden ser traducidos o silenciados bioquímicamente, por influencias externas no farmacológicas sino emocionales-conductuales,debidas al medio psicosocial que rodea al sujeto en cuestión.La articulación biológica de esa modulación de la expresión génica se realiza en las celulas añadiendo radicales acetilo o metilo a las histonas que empaquetan al ADN genómico, o directamente a segmentos reguladores del ADN no genómico.Hay más radicales químicos que intervienen en estas regulaciones así como micro ARN no genómicos.Los radicales acetilo permiten que el ADN se despliegue y los genes puedan ser traducidos en sus correspondientes proteínas.Los radicales metilo mantienen el ADN empaquetado con las histonas.En este caso los genes no pueden ser transcritos por la maquinaria enzimática nuclear.En la Universidad Mc Gill el Dr Michael Meaney y su equipo han demostrado que las crías de ratas cuidadas por madres negligentes presentan un elevado porcentaje de metilaciones en el ADN de las secuencias reguladoras de un gen que codifica el receptor de los glucocorticoides.Este receptor es clave en la respuesta a la hormona principal del estrés: el cortisol.Ese exceso de metilaciones que se detectó en el hipocampo ( región cerebral básica para el aprendizaje y la memoria)induce en las neuronas de esa zona una menor síntesis de receptores.Cuando esos receptores se activan indican al organismo que debe frenar la producción de cortisol.Al existir menos receptores la respuesta al estrés se dispara porque el cuerpo detecta falsamente poco cortisol porque hay poco receptores.Por tanto menos información de los niveles reales( se altera el bucle de autorregulación fisiológica habitual por retroalimentación).
Sin embargo las madres atentas y cuidadoras generan acetilaciones en esas histonas, permitiendo el despliegue de las cadenas de ADN y la lectura de esos genes codificadores de los receptores de glucocorticoides.Las crías de estas madres desarrollan patrones de conducta desprovistos de ansiedad y de miedo,al contario de las otras.Es decir la conducta y actitud de una madre define parámetros de regulación epigenética transcendentales para la trancripción de unos genes que influirán decisivamente en la adaptación y en la vida futura de sus crías.A su vez estas crías generarán las mismas consecuencias en sus futuras crías y así succesivamente.Es muy importante comprobar que se pueden transmitir después de asistir a estos experimentos,caracteres adquiridos en vida por la modulación epigenética, sin que existan mutaciones en los genes.Esto nos recuerda mucho la hipótesis de la transmisión de los caracteres adquiridos que postulaba Lamarck,deshechada por la por biología moderna y que ahora resucita bajo otro prisma, de la mano de la epigenética.También se abren en un futuro, posibilidades de influir desde fuera con fármacos u otras terapias en esos mecanismos, modificando las enzimas que regulan estos procesos.Es fascinante extrapolando teoricamente lo comprobado en estos experimentos con ratas a los humanos, pensar que es muy posible que hechos similares se produzcan en nuestra especie y en otras especies.Sobre todo en primates y mamíferos superiores que tienen dinámicas de grupo basadas en las interacciones sociales de los miembros de la manada.Siempre nos han enseñado, sobre todo a los médicos, que el ámbito de las emociones, sus desajustes y patologías deben ser tratados por los psiquiatrasy psicólogos.Apenas se aborda el papel de las emociones y su gestión en la etiopatogenia.Quizás poco a poco, gracias a los avances esbozados más arriba,cambie esa consideración.Se comprobará en detalle la relación entre consciencia emocional, información, y patrones genéticos en su expresión molecular.Es posible que en un futuro aprendamos a abrir el ADN con el afecto y el cariño de nuestra conducta.Nuestros genes seguramente funcionarían en sus vertientes óptimas para modular nuestra salud.Nuestras celulas y tejidos nos lo agradecerían,también los demás.
domingo, 15 de abril de 2012
RELACIONES ENTRE EPIGENÉTICA,EMOCIONES Y CONDUCTA
Muchas personas cuando conversan sobre temas relacionados con la salud,utilizan a menudo términos como:somatización,los disgustos bajan las defensas;a pesar de tener solo conocimientos superficiales de medicina psicosomática, psicologia e inmunologia.
Sin embargo,por su experiencia propia y por referencias similares de personas cercanas,, se dan cuenta de que existe una relación estrecha entre cerebro,salud, emociones y cuerpo físico.Gracias a importantes avances en los últimos años en genética molecular,neurociencias,y psicología aplicada a la actividad humana(neuroeconomía, neuromarketing,medicina rehabilitadora);empezamos a vislumbrar la urdimbre bioquímica que sustenta y empieza a explicar esas relaciones entre cerebro,gestión emocional y conducta en enfermedades muy diversas.
Los datos fascinantes que está ofreciendo la epigenética,empiezan a permitirnos comprender como un gen o grupos de genes pueden ser traducidos o silenciados bioquímicamente, por influencias externas no farmacológicas sino emocionales-conductuales,debidas al medio psicosocial que rodea al sujeto en cuestión.La articulación biológica de esa modulación de la expresión génica se realiza en las celulas añadiendo radicales acetilo o metilo a las histonas que empaquetan al ADN genómico, o directamente a segmentos reguladores del ADN no genómico.Hay más radicales químicos que intervienen en estas regulaciones así como micro ARN no genómicos.Los radicales acetilo permiten que el ADN se despliegue y los genes puedan ser traducidos en sus correspondientes proteínas.Los radicales metilo mantienen el ADN empaquetado con las histonas.En este caso los genes no pueden ser transcritos por la maquinaria enzimática nuclear.En la Universidad Mc Gill el Dr Michael Meaney y su equipo han demostrado que las crías de ratas cuidadas por madres negligentes presentan un elevado porcentaje de metilaciones en el ADN de las secuencias reguladoras de un gen que codifica el receptor de los glucocorticoides.Este receptor es clave en la respuesta a la hormona principal del estrés: el cortisol.Ese exceso de metilaciones que se detectó en el hipocampo ( región cerebral básica para el aprendizaje y la memoria)induce en las neuronas de esa zona una menor síntesis de receptores.Cuando esos receptores se activan indican al organismo que debe frenar la producción de cortisol.Al existir menos receptores la respuesta al estrés se dispara porque el cuerpo detecta falsamente poco cortisol porque hay poco receptores.Por tanto menos información de los niveles reales( se altera el bucle de autorregulación fisiológica habitual por retroalimentación).
Sin embargo las madres atentas y cuidadoras generan acetilaciones en esas histonas, permitiendo el despliegue de las cadenas de ADN y la lectura de esos genes codificadores de los receptores de glucocorticoides.Las crías de estas madres desarrollan patrones de conducta desprovistos de ansiedad y de miedo,al contario de las otras.Es decir la conducta y actitud de una madre define parámetros de regulación epigenética transcendentales para la trancripción de unos genes que influirán decisivamente en la adaptación y en la vida futura de sus crías.A su vez estas crías generarán las mismas consecuencias en sus futuras crías y así succesivamente.Es muy importante comprobar que se pueden transmitir después de asistir a estos experimentos,caracteres adquiridos en vida por la modulación epigenética, sin que existan mutaciones en los genes.Esto nos recuerda mucho la hipótesis de la transmisión de los caracteres adquiridos que postulaba Lamarck,deshechada por la por biología moderna y que ahora resucita bajo otro prisma, de la mano de la epigenética.También se abren en un futuro, posibilidades de influir desde fuera con fármacos u otras terapias en esos mecanismos, modificando las enzimas que regulan estos procesos.Es fascinante extrapolando teoricamente lo comprobado en estos experimentos con ratas a los humanos, pensar que es muy posible que hechos similares se produzcan en nuestra especie y en otras especies.Sobre todo en primates y mamíferos superiores que tienen dinámicas de grupo basadas en las interacciones sociales de los miembros de la manada.Siempre nos han enseñado, sobre todo a los médicos, que el ámbito de las emociones, sus desajustes y patologías deben ser tratados por los psiquiatrasy psicólogos.Apenas se aborda el papel de las emociones y su gestión en la etiopatogenia.Quizás poco a poco, gracias a los avances esbozados más arriba,cambie esa consideración.Se comprobará en detalle la relación entre consciencia emocional, información, y patrones genéticos en su expresión molecular.Es posible que en un futuro aprendamos a abrir el ADN con el afecto y el cariño de nuestra conducta.Nuestros genes seguramente funcionarían en sus vertientes óptimas para modular nuestra salud.Nuestras celulas y tejidos nos lo agradecerían,también los demás.
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